En la década de los 70, en España se respiraban aires de cambio social y político, y la sociedad española ya estaba bastante influida por diversos estilos musicales venidos del resto de Europa y de los Estados Unidos. Asimismo existían numerosos cantaores que habían crecido escuchando a Antonio Mairena, Pepe Marchena y Manolo Caracol. La combinación de ambos factores desembocó en un período revolucionario llamado Fusión Flamenca.
La cantante Rocío Jurado internacionalizó el flamenco a principios de la década de los 70, sustituyendo la bata de cola por vestidos de noche. Su faceta en los "Fandangos de Huelva" y en las Alegrías fue reconocida a nivel internacional por su perfecta tesitura de voz en estos géneros. Solía ir acompañada en sus conciertos por los guitarristas Enrique de Melchor y Tomatito, no solo a nivel nacional sino en países como Colombia, Venezuela y Puerto Rico.
Sin duda, el cambio empezó realmente con el virtuoso guitarrista algecireño Paco de Lucía y el cantaor isleño Camarón de la Isla, quienes dieron un impulso creativo al flamenco que supondría su definitiva ruptura con el conservadurismo de Mairena. Cuando ambos artistas emprendieron sus carreras en solitario, Camarón se convirtió en un cantaor mítico por su arte y su personalidad, con legión de seguidores, mientras que Paco de Lucía reconfiguró todo el mundo musical del flamenco, abriéndose a nuevas influencias, como la música brasileña, árabe y jazz e introduciendo nuevos instrumentos musicales como el cajón peruano, la flauta travesera, etc.
En los años 80 surgió una nueva generación de artistas flamencos que ya han recibido la influencia de Camarón, Paco de Lucía, Morente, etc. Estos artistas tenían un mayor interés por la música popular urbana que en aquellos años estaba renovando el panorama musical español, era la época de la Movida madrileña. A finales de esa década y durante toda la siguiente la fonográfica Nuevos Medios lanzó a muchos músicos bajo la etiqueta Nuevo Flamenco, abusándose de la etiqueta "flamenco" con fines estrictamente comerciales. Así, esta denominación ha agrupado a músicos muy distintos entre sí, tanto intérpretes de flamenco orquestado, como músicos de rock, pop o música cubana cuya única vinculación con el flamenco es el parecido de su técnica vocal con la de los cantaores, sus orígenes familiares o su procedencia gitana; ejemplos de estos casos pueden ser Rosario Flores, hija de Lola Flores, o la reconocida cantante Malú, sobrina de Paco de Lucía e hija de Pepe de Lucía.
Sin embargo, el hecho de que muchos de los intérpretes de esa nueva música sean además reconocidos cantaores, caso de José Mercé, El Cigala y otros, ha propiciado etiquetar como flamenco todo lo que ellos interpretan, aunque el género de sus canciones difiera bastante del flamenco clásico.Asimismo existen cantaores enciclopédicos como Arcángel, Miguel Poveda, Mayte Martín, Marina Heredia, Estrella Morente o Manuel Lombo que, sin renunciar a los beneficios artísticos y económicos de la fusión y del nuevo flamenco, mantienen en sus interpretaciones un mayor peso de lo flamenco concebido en el sentido más clásico del término, lo que supone un significativo regreso a los orígenes.