En los años 20, el flamenco tuvo un gran auge, ya que los espectáculos flamencos pasaron a ser celebrados en plazas de toros y teatros. En esta época el flamenco se extiende por toda España y por las principales ciudades del mundo. El gran éxito social y comercial alcanzado por el flamenco en esta época eliminó de los escenarios algunos de los palos más antiguos y sobrios, en favor de aires más ligeros, como las cantiñas, los cantes de ida y vuelta y, sobre todo, los fandangos, de los que se crearon muchas versiones personales.
En la línea del purismo, Federico García Lorca y Manuel de Falla tuvieron la idea de convocar un concurso de cante jondo en Granada en 1922. Ambos artistas concebían el flamenco como folclore, no como género artístico escénico. El jurado fue presidido por Antonio Chacón, que por entonces era primera figura del cante. Los ganadores fueron "El Tenazas", un cantaor profesional retirado de Morón de la Frontera, y Manuel Ortega, un niño sevillano de ocho años que pasaría a la historia del flamenco como Manolo Caracol. El concurso resultó un fracaso debido el escaso eco que tuvo y porque Lorca y Falla no supieron entender el carácter profesional que por entonces ya tenía el flamenco. Al margen de ese fracaso, con la generación del 27, cuyos miembros más eminentes eran andaluces y por tanto conocedores de primera mano del género, comenzó el reconocimiento al flamenco por los intelectuales.
Tras la Guerra Civil Española, durante la posguerra y los primeros años del Franquismo, se miró con recelo al mundo del flamenco, pues las autoridades no tenían claro que dicho género contribuyera a la conciencia nacional. Sin embargo el régimen pronto acabó adoptando el flamenco como una de las manifestaciones culturales españolas por antonomasia.
Artistas pioneros
Antonio Chacón: nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en el año 1.869, y murió en Madrid en 1.929. Fue el primer cantaor que dio a conocer la escuela del cante flamenco, con su técnica creativa y su voz rica en matices, y a partir de entonces, fueron apareciendo muchísimos cantaores que siguieron su técnica, creándose distintas formas, y distintos matices, y así fue como se enriqueció el cante flamenco, a través de él, que ha quedado en nuestra historia, como uno de los más grandes maestros.
Manuel Vallejo: Nacido en Sevilla en 1891 y falleció en 1960. Fue galardonado con la II Llave de Oro del Cante en 1926. Vallejo supo interpretar todos los palos con dignidad y altura, mostrando en todo momento su conocimiento de la técnica flamenca. Muy popular en la etapa de la denominada ópera flamenca, en 1925 obtuvo también la Copa Pavón en el teatro madrileño del mismo nombre.
La Niña de los Peines: Cantaora española nacida en Sevilla en 1890 y fallecida en la misma ciudad en 1969. Está considerada como la voz femenina más importante del mundo del flamenco hasta la fecha, además de una de las cantaoras que más grabaciones se conservan de la época. Con tan solo 8 años empezó a actuar en público, y le sigue una trayectoria profesional larga junto a grandes cantaores, como su marido Pepe Pinto.
Manolo Caracol: nació el día 9 de julio del año de 1909 en Sevilla en la Alameda de Hércules, y murió en Madrid en 1973. Siendo un niño canta y consigue el éxito, en el Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922, que organizan Falla y García Lorca, entre otros. Es uno de los cantaores más destacados de la época, y su auge siguió hasta la segunda mitad del siglo XX.